
¡Ah, amigos jugadores! Llegó el momento de sacar la escoba y limpiar el polvo de los juegos que esperábamos con ansia, pero que acabaron siendo un chasco mayor que encontrar tu mando favorito en el fondo del sofá. El 2024 nos ha dejado un montón de momentos memorables, pero también unos cuantos juegos que nos hicieron cuestionarnos nuestra elección de pasatiempos. Vamos, pues, a repasar las decepciones más sonadas del año, con un poco de humor para digerir mejor la píldora.
1. Concord: un fracaso que se veía venir
Empecemos por el que probablemente sea el mayor batacazo del año, Concord. Oh, Concord, qué ilusión nos hiciste al principio con tu propuesta de ser el nuevo «Overwatch», pero con precio de entrada al parque de atracciones. Firewalk Studios, benditos sean, prometieron un juego multijugador que sería el nuevo estándar en el género. Pero, amigos, esto fue más bien como ir a un concierto en el que el cantante principal se olvida de la letra. El juego llegó con un precio que hizo que muchos se preguntaran si era una broma de abril fuera de temporada, y su comunidad de jugadores se desvaneció más rápido que el helado en verano. No es de extrañar que los servidores se cerraran antes tan rápido.
2. Funko Fusion: Cuando el plástico no es divertido
Luego, tenemos Funko Fusion, el juego que nos vendieron como la diversión en estado puro, pero que acabó siendo más bien un ejercicio de paciencia. Pensamos que sería el juego de fiesta perfecto, algo así como una reunión de figuras Funko a lo «Smash Bros.», pero con más personajes que en una convención de cómics. Sin embargo, la jugabilidad resultó ser tan repetitiva que hasta los propios Funkos parecieron aburridos de sí mismos. Los controles eran torpes, y la sensación de frescura que prometía se evaporó más rápido que una burbuja de chicle.
3. Alone in the Dark: El reboot que asustó, pero por su calidad
El reboot de Alone in the Dark era uno de esos proyectos que nos tenía a todos con la piel de gallina por anticipado. «¡Vuelve el survival horror de culto!», gritaban los titulares. Pero, oh, qué decepción fue cuando resultó que este retorno no asustaba ni a un gato con miedo. El juego tenía sus momentos, claro, pero esperaba que fuera un digno sucesor al trono que ocuparon clásicos como «Resident Evil 2 Remake» o «Silent Hill 2». En vez de eso, nos encontramos con una experiencia que, aunque no era mala, se quedaba corta en cuanto a terror y en mantener el interés.
4. TopSpin 2K25: El regreso del tenis, pero sin aplausos
El regreso de TopSpin después de más de una década fue algo que muchos esperábamos con una raqueta en mano. Pero, amigos, lo que recibimos fue más bien un partido de dobles en el que uno de los jugadores no aparece. El juego prometía gráficos realistas y un sistema de juego profundo, pero al final, los tenistas parecían más bien clones baratos de sus contrapartes reales. Además, las mecánicas de juego, aunque profundas, no lograron capturar esa emoción que hace del tenis un deporte tan espectacular. Hangar 13, quizás deberían haber practicado un poco más antes de entrar en la cancha.
5. MultiVersus: La caída de un gigante
Finalmente, una mención especial para MultiVersus, que comenzó siendo la promesa de un «Smash Bros.» para las masas de Warner Bros., pero que acabó cayendo en desgracia. El juego originalmente había despertado mucho interés, pero su versión definitiva de 2024 fue como una caída libre desde la cima de la montaña. La comunidad se redujo drásticamente, y encontrar una partida se convirtió en una tarea más difícil que encontrar un cuarto jugador para un juego de mesa. Warner Bros. y Player First Games nos dieron una lección sobre cómo no mantener el interés a largo plazo. Aunque está de vuelta, pero sigue en un rango bajo de jugadores…
El Contexto del Año
2024 no fue solo un año de decepciones individuales; fue un año que reflejó un sector en tumulto. La industria de los videojuegos enfrentó desafíos como la disminución del mercado de juegos físicos, decisiones estratégicas cuestionables y el cierre de tiendas digitales como la de Xbox 360, lo que llevó a muchos jugadores a preocuparse por la preservación de sus juegos favoritos. Además, la presión para lanzar productos que cumplieran con expectativas cada vez más altas resultó en una serie de juegos que prometieron mucho pero entregaron poco.
Así que, aunque este año pasado nos haya dado más razones para suspirar que para celebrar, recordemos que en el mundo del gaming, siempre hay otra partida, otro juego, otra oportunidad para maravillarnos. Porque, al final del día, somos jugadores, y nada nos detiene cuando se trata de encontrar la diversión, aunque tengamos que buscarla bajo un montón de decepciones.
Espero que este 2025, nuestras expectativas no sean solo humo. ¡Felices partidas!